lunes, 27 de julio de 2015

LOS PROBLEMAS DURAN MAS

LOS PROBLEMAS DURAN MAS
Todos, en algún momento nos hemos preguntado y algunos hasta hemos cuestionado, ¿Porqué duran tanto los problemas y adversidades? o ¿Hasta cuando vamos a estar con problemas? Los hombres de la biblia también tuvieron estas interrogantes cuando pasaron por quebrantos. En realidad, hasta el más justo y espiritual, en algún momento de su vida habrá dicho o pensado esto.
Aunque sabemos que son parte de la vida, las dificultades tienden a desesperarnos, sobretodo cuando duran y no vemos solución. Nos impacientamos, perdemos la fe y la esperanza. Pero hay un personaje en la biblia que reveló una verdad acerca de los problemas. Fue el rey David. El hombre que estuvo emparentado con las dificultades y problemas. Un hombre que tuvo un encuentro cara a cara con la adversidad a lo largo de toda su vida.
Por eso, inspirado por el Espíritu de Dios, dijo “Y en la sombra de tus alas me ampararé…hasta que pasen los quebrantos”(Salmos 57:1). Y en este salmo está revelado la verdad qué responde la pregunta planteada al comienzo de este artículo: ¿Porqué duran tanto nuestros problemas?
David era un hombre que acostumbraba a mirar el arca de Dios, como un lugar de refugio y protección. El arca tenía una tapa de oro (propiciatorio), formada por dos ángeles con alas, que hacían una sombra. Aquí se explica la referencia a la protección y seguridad que encontraba David en este lugar. Pero el dice que se quedaría en este lugar, hasta que “pasenlos quebrantos”. Hasta que fuera libre de los problemas.
En ocasiones, son solo las dificultades y los quebrantos, los que nos predisponen a buscar y a depender de Dios genuinamente. La abundancia (en cualquiera de sus formas) es buena, pero no despierta la urgencia y el apego que produce la adversidad. La escasez, el dolor, la angustia y la derrota son conceptos que preferimos no experimentar. Pero todos ellos son los que nos empujan hacia Dios de una manera única.
veces, Dios no nos libra de los problemas, porque en esos tiempos estamos quietos, esperando y recostados en ese lugar del que no debemos salir nunca: su presencia.
La sombra de sus alas es el lugar para habitar todo el tiempo. No solo en la adversidad. Es el lugar donde comprendemos que Él es el soberano que gobierna todo lo que sucede. Es el lugar donde entendemos que Él obra las cosas para bien. La presencia de Dios es el lugar donde comprendemos que el Señor usa las dificultades para formar su carácter en nosotros.Es el lugar para vivir y disfrutar de nuestra relación con Dios.
¿Porqué duran los problemas?
Porque es la mejor forma de permanecer cerca de Dios.

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